JUNGITU
Sobre este lugar
Aniartea es un termino de la entidad de Jungitu, en la llanada alavesa,
perteneciente al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, y que dista 8 km. al
este de la ciudad.
Aniartea hace referencia a: camino de Ania, dicho lugar es actualmente
conocido como Ermita Ania
Historia.
La primera referencia documental de la antigua aldea de Ania aparece en
la lista de lugares que tributaban al Monasterio de San Millán de la
Cogolla en el año 1025, denominada también Reja de San Millán.
En él
figura la obligación de pagar al Monasterio, junto con Junguitu, tres
rejas –se pagaba una reja o lingote de hierro desbastado en la forja por
cada diez casas-.
El testimonio que hoy nos queda es la ermita dedicada
a San Martín, hoy también llamada ermita de la Virgen de Ania. Es el
testimonio de un despoblado convertido hoy en terreno común de los
Concejos de Arbulo, Junguitu, Matauco y Lubiano.
El terreno de Ania es
un enclave ubicado entre las jurisdicciones de Vitoria-Gasteiz y Elburgo
y pertenece al Municipio de Arrazua-Ubarrundia.
En su día estuvo
incorporado en la antigua Hermandad de Arrazúa, bajo la jurisdicción de
los Duques del Infantado. La ermita que hoy podemos ver en el término de
Ania es fruto, al menos, de una reconstrucción realizada en el año 1577
y de una restauración de fecha reciente.
La estructura medieval del
edificio se acusa en el ventanal de su cabecera recta, casi una saetera,
y en una hilera de canes biselados sin decorar, conservados en el
costado Sur. Debió ser de pequeñas dimensiones y muy baja. Hoy se cubre
por cielo raso. Se accede a ella por arco de medio punto, de piedra de
sillería, apoyado en imposta sin decorar.
Mas datos historicos, segun el enlace: Enclave de Ania
Es un mortuorio o pueblo desaparecido, que se ha mantenido desde el
medievo en la jurisdicción de Arrazua, hasta la actualidad que pertenece
al Ayuntamiento de Arrazua-Ubarrundia; pero, separado del mismo, como
una isla entre las jurisdicciones de Vitoria (límites con Junguitu,
Lubiano, Matauco ) y Elburgo (Arbulo).
Lo que hoy nos queda es la ermita del poblado de Ania (perteneciente en
la Alta Edad Media, a la Hermandad de "Harhazua") de la cual ya se hace
mención en la lista de los pueblos de la provincia que tributaban al
Monasterio de San Millán de la Cogolla en 1025, y que se conoce como la
Reja de San Millán, se cita a la entonces Iglesia de Ania juntamente con
Junguitu, que pagaban 3 rejas, lo que quiere decir: que se pagan una
reja por cada diez casas, siendo la reja el equivalente a un lingote de
hierro desbastado en la forja.
Otra fecha de referencia que sobre Ania tenemos en el medievo, es con
motivo de la pujanza económica y social de la villa de Vitoria, amparada
por los reyes, y que en ese tanteo se impondrá en la política, economía
y hasta en la participacón de los diezmos eclesiásticos que sobre las
aldeas circundante imponia, y estas se repliegan a la defensiva.
Así
aparece Ania entre los sesenta pueblos de aldeas de la Llanada , en la
carta de la concordia del obispo D. Jerónimo Aznar y el cabildo
calagurritano-calceatense en 1227, dentro del arcedianato de Álava y
arciprestazgo de Vitoria, (es de los que reconoce al obispo).
En el siglo XIII y primer tercio del siglo XIV entran en la Historia,
los principales linajes de la Llanada, participando en la Reconquista.
Entre ellos, Los Mendoza, Los Guevara, Los Coladros... así mismo hay
pueblos que aportan sus "donadíos" al rey para las campañas contra los
moriscos.
Por esta razón, para la Toma de Tarifa en 1295, Ania dona 250
maravedís, como así aparece en las cuentas de D. Juán Ferrador,
"cobrador o alfardero" natural de pueblo de Los Huetos.
Por los vestigios hallados en los alrededores de la ermita de Ania
podemos deducir que la Edad Media no fue su primer poblamiento, los
restos de cerámica romana nos hace suponer (porque no ha habido un
estudio arqueológico) que hubo un habitat romano, al que puede deberse
el nombre de Ania, de origen impreciso, que entre otros intelectuales,
Caro Baroja relaciona con una base antroponímica, que aporta el nombre
personal ANNIUS, por otra parte, M.L. Albertos también ve una relación
con el antropónimo Ania.
A partir del siglo XIV el nombre de Ania desaparece de los documentos,
como consecuencia del despoblamiento que debió producirse sobre esta
fechas, y que sucedió con varias aldeas de la periferia de Vitoria,
provocada por la importante vitalidad y autoridad que esta ciudad estaba
consiguiendo, acrecentada por Alfonso VIII y Alfonso X, y que venia
afirmándose como cabeza de las aldeas circundantes.
Otro documento de importancia inconmensurable para nuestra provincia es
el "Libro de visitas del Licenciado Martín Gil", elaborado en el 1551.
En este libro Ania no aparece documentada, aunque indudablemente existe
la iglesia, es de suponer que D. Martín Gil no la catalogó, ni la
mencionó por ser en este momento un lugar arruinado.
Además de la existencia probada documental y físicamente de Ania, son
importantes a destacar la reflexiones que hizo Iñaki de Birgala en la
Revista Gastéis en 1983: "Al haberse efectuado la concentración
parcelaria y variado la estructura de sus fincas y vías de comunicación
han desaparecido los antiguos caminos que daban fé de la existencia de
una población. Una norma que se cumple en casi todas las localidades es
la de disponer de un camino que las comunique con pueblos cercanos.
Así
ocurrió con Ania, según podemos comprobar en la fotografía aérea del
Servicio de Catastro de 1932 y que aquí reproducimos. En ella se observa
la existencia de caminos que, de forma radical, partiendo de la ermita
(donde presumiblemente se encontraba la población) se dirigían a todas
las localidades de su entorno".
Otro dato que nos aporta: "La toponimia del término de Ania sólo cita
escuetamente a Ania; sin embargo en los pueblos colindantes, encontramos
dos topónimos que nos indican algo más: Aniartea (hasta Ania), situado
en Junguitu, y Aniaburu (comienzo de Ania), localizado en Matauco. Lo
que ambos topónimos significan está de acuerdo con su emplazamiento".
Además de estos dos topónimos aparecen otros relacionados con el lugar y
que se encuentran en los pueblos colindantes como: Aniabide (labrantío
de lubiano), Aniabidea (mojonera de Lubiano), Aniguti (labrantío de
Junguitu), Aniaostea (labrantío de Junguitu).
En la Edad Media las personas, especialmente las nobles, eran conocidas
en base a tres elementos nominales: el nombre de pila, el patronímico y
el toponímico. El patronímico es la derivación del nombre de pila del
padre, el toponímico corresponde, por su parte, al solar, casa o torre
donde se consideraba estaba el tronco del linaje.
Como todos los pueblos
alaveses, su topónomo, sirvió para apellido de sus habitantes y así se
encuentra en documento de 1576, entre otros un cantero llamado Juan
González de Ania.
Después de dos siglos sin tener referencia sobre este lugar, vuelve a
aparecer en un documento fechado en 1516-1517 con motivo del
amojonamiento de las tierras del Duque del Infantando, como así se
desprende del documento:
"los lugares de Çurbano e Arçubiaga qe.son del
duque del ynfantado e confinan lugar de gamarra e los lugares de Vetoñu e
arcaute e arcaya e ylarraça junguitu qe.son de la dha Ciudad ela
iglesia qe.dizen de anya qe.es del dho duque qe.confina conlos dhos
lugares de junguitu e ylarraça e co los lugares de matauqu e lubiano..."
A finales del siglo XVI, volvemos a tener referencias del lugar, como
así nos lo hace saber D. Ángel Ibisate:
"Ania reaparece documentada como
un despoblado y reducida a ermita su iglesia parroquial; ermita con
personalidad propia y sus propios libros de fábrica, el primero de los
cuales abierto en 1594 (cuyas cubiertas son un viejo pergamino, parte de
un libro litúrgico, con curiosas notaciones musicales) se encabeza así:
"libro de cuentas de la Iglesia des despoblado de Sant Martín de Ania
de los provechos que la dicha Iglesia tiene del año 1577 y desde
adelante".
En documentos de la comunidad de Ania, se refleja la importancia que ya
tenía en tiempos antiguos, datando, por ejemplo, el 10 de Abril de 1719
en el pórtico de la ermita de S. Martín de Ania, un acuerdo entre cuatro
pueblos (Arbulo, Matauco, Luniano, Junguitu) "para conferir y deliberar
cosas del servicio de Dios y utilidad y gobierno de dicho término".
En la actualidad el término de Ania es de una cinco hectáreas
labrantías, es una llanura bien delimitada por 10 mojones que marcan su
jurisdicción.
En cuanto a la ermita, es un edificio reformado, pero que
mantiene algunos restos románicos, testigos de la época en que fue
construida.
Pero el tema que más nos inquieta de este lugar, es ¿porqué a
pertenecido ya desde tiempos pasados a la Hermandad de Arrazua, siendo
una isla dentro de la jurisdicción de Elburgo y Vitoria-Gasteiz? ¿qué
hechos han sucedido a lo largo de la Historia para que permaneciera en
esta Hermandad?. Hasta hoy, no se ha podido encontrar ningún documento o
dato que nos ayude a despejar esta incógnita.
Lo único que suponemos es que hubo intereses muy fuertes en el seno de
los Linajes más poderos de la Provincia, y Ania se hallaba en la
jurisdicción de una de las Hermandades, en la de Azua que pertenecía a
las llamadas "Tierras del Duque".
Al constituirse los ayuntamientos, la Hermandad de Azua pasa a ser el
Ayuntamiento de Azua, y el territorio de Ania se sigue perteneciendo a
este Ayuntamiento.
Aunque podemos constatar documentalmente en dos
escritos dirigidos por parte del entonces Alcalde de Elburgo, D.Nemesio
Zárate, a la Diputación Foral de Álava, en un intento expansionista, de
incluir Ania al Ayuntamiento de Elburgo, hubo una negativa por parte de
la Entidad Foral, los escritos de 1886 dicen:
"Que habiéndose declarado por la Excma. Diputación repetida, por decreto
de treinta y uno de marzo de mil ochocientos ochenta y seis, como
lérmino jurisdiccional de Arrazua el término mortuorio de San Martín de
Ania, varios vecinos del pueblo de Arbulo se han dirigido a mi autoridad
implorándome se les elimine de la estadística varias fincas que tienen
hecha la declaración en este Ayuntamiento y que por orden del Alcalde de
Arrazua , han tenido que hacer la declaración ante aquel Ayuntamiento, a
fin de que satisfagan la contribución que corresponda".
En Mayo de 1887 el Alcalde de Elburgo vuelve a enviar otro escrito a la
Diputación Foral de Álava que dice:
El Alcalde del Ayuntamiento de Elburgo acude a V.E., manifestando que
varios vecinos del pueblo de Arbulo que tienen fincas en el término de
San Martín de Ania las han registrado en dicho Ayuntamiento y que
habiéndose declarado por acuerdo de V.E. fecha 20 de Mayo de 1886, que
dicho término mortuorio pertenece a la jurisdicción de Arrazua, este
Ayuntamiento ha obligado a dichos vecinos de Arbulo a contribuir en el
por la riqueza imponible que dichas heredades representan, solicitando a
mérito de lo expuesto la rebaja correspondiente a Elburgo y el aumento a
Arrazua.
A día de hoy, la ermita no está asociada a una sola parroquia como es lo
habitual, sino que lo está a cuatro parroquias: las de los cuatro
pueblos confinantes Arbulo (Ayuntamiento de Elburgo), Junguitu, Matauco y
Lubiano (Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz), pero siendo jurisdicción del
Ayuntamiento de Arrazua-Ubarrundia.
Aunque dedicada a San Martín, en los últimos tiempos es más conocida
como la Virgen de Ania, en cuyo honor se celebran cultos en la mitad de
Septiembre.
Estos cuatro pueblos , cada año uno, organizan la fiesta,
con una romería y una Misa Mayor en honor a ésta cada día mas venerada
Virgen de Ania, e incluso han compuesto un pequeño himno de letra de D.
Venancio del Val sobre música de D. Luis Aramburu, que dice:
A la Virgen de Ania cantamos
Sus devotos con gran emoción
Hermanados Junguitu y Matauco
Con Arbulo y Lubiano a una voz
Danos, Virgen bendita, tu gozo
Danos tu fe, danos siempre tu amor,
A los hijos que tanto te quieren
No les prives de tu protección.
Historia del nombre Ania
En la mitología romana era la divinidad de la
luna o del año, ya que cada mes renovaba su juventud y era la diosa de
la longevidad.
También hubo una santa y mártir con este nombre que vivó
en Palestina en el siglo III.
Significado del nombre Ania:
Viene de annius: "entregada, consagrada"
"'ANIA' es uno de los más antiguos nombres de mujer que tiene su origen
en la diosa Anna Perenna de la mitología romana.
Diosa del año, evoca a
lo perpetuo, lo firme y estable. Se la presentaba por lo tanto como una
potencia vital, entre otras cosas, en la consecución de la paz y la
prosperidad."
Origen del nombre Ania: Latino.